
No importa qué género de música escuche, el arte de entremezclar es una parte integral de la música popular actual. Desde sus primeras raíces en la música específica y los artistas de dancehall de la Jamaica de los sesenta hasta el último remix de Cardi B, reorientar y reordenar las canciones para crear nuevas pistas ha sido a lo largo de bastante tiempo una forma a fin de que los músicos descubran nuevos estilos, sonidos nuevos y apasionantes.
En los primeros días de la producción de música electrónica, la música se remezclaba a través de la manipulación física en cinta, un proceso dominado por ingenieros de sonido vanguardistas como Delia Derbyshire, King Tubby y Lee 'Scratch' Perry. Y el proceso se sostuvo prácticamente sin cambios hasta el advenimiento de la música digital.
Ahora el remix está al filo de otra gran transformación, y la compañía de inteligencia artificial Audioshake está liderando la carga. Charlamos con la cofundadora de Audioshake, Jessica Powell, sobre de qué forma la compañía emplea un algoritmo complejo para asistir a los autores de música a extraer canciones del pasado para crear contenido nuevo y posibles aplicaciones futuras de la tecnología en la banda sonora de vídeos amenos de Tik-Tok, publicidad, y hacer que los conciertos virtuales de música en vivo suenen realmente bien.
Los tallos pequeños medran pistas poderosas
En declaraciones a LaComparacion entre presentaciones en una conferencia en Italia, Powell nos explicó de qué forma marcha la tecnología de Audioshake.
“Usamos inteligencia artificial para dividir las canciones en sus partes, que los productores conocen como temas, y los temas son relevantes por el hecho de que ya se pueden hacer muchas cosas con ellos, como en películas y comerciales”, afirmó.
Trabajar con estas barras deja a los productores manipular elementos individuales de una canción o bien banda sonora, por poner un ejemplo, bajar el volumen de la voz en el momento en que un personaje en pantalla empieza a charlar. Las varillas asimismo se emplean en todo, desde la creación de pistas de karaoke, que cortan por completo la voz primordial a fin de que puedas encararte a tu banda preferida a lo largo de 3 minutos, hasta remezclar una canción de Ed Sheeran con un ritmo de reggaetón.
Y, como explica Powell, las varillas se emplean todavía más en la actualidad. Las tecnologías de audio espacial como Dolby Atmos toman partes individuales de una pista y las ponen en una esfera 3D, y cuando escuchas por medio de los parlantes convenientes o bien una genial barra de sonido, sientes que la música procede de ti desde todos y cada uno de los ángulos.

(Crédito de la imagen: Audioshake)
Entonces, si los tallos se utilizan tanto en la industria de la música y más allí, ¿por qué razón se precisa Audioshake? Bueno, las compañías discográficas no siempre y en todo momento tienen acceso a temas de una pista, y ya antes de la década de mil novecientos sesenta, la música más popular consistía en técnicas de grabación monofónicas y de 2 pistas. Y eso quiere decir que las partes individuales de esas canciones (las voces, las guitarras, la batería) no se pueden separar.
Acá es donde entra Audioshake. Tome cualquier canción, cárguela en la base de datos de la compañía y su algoritmo examina la pista y la divide en cualquier número de temas que especifique; todo cuanto debe hacer es elegir qué instrumentos percibir. para.
Lo probamos mismos con Life on Mars de David Bowie. Tras elegir los instrumentos aproximados que deseábamos que escuchase el algoritmo (en un caso así, voz, guitarra, bajo y batería), tomó treinta segundos examinar la canción y dividirla en sus partes constituyentes.
Desde ahí, puedes percibir cada instrumento por separado: la batería, el zumbido de las notas del bajo, el icónico solo de guitarra quejica, la flamante interpretación del piano de Rick Wakeman o bien sencillamente la pista vocal de Bowie. Y la velocidad a la que Audioshake puede hacer esto es increíble.
"Si eres una compañía discográfica o bien un editor de música, puedes crear un instrumento sobre la marcha", afirma Powell. "No debes ir a una DAW (estación de trabajo de audio digital) como Ableton o bien Pro Tools para regresar a acoplar la canción y crear el instrumental, está acá mismo a pedido".
¿Entonces, de qué forma marcha? Bueno, el algoritmo ha sido entrenado para reconocer y aislar las distintas unas partes de una canción. Es sorprendentemente preciso, singularmente estimando que el algoritmo no es técnicamente siendo consciente de la diferencia entre, afirmemos, un chelo y un sintetizador de baja frecuencia. No obstante, hay áreas que lo hacen tropezar.
El autotune pesado (Powell utiliza el ejemplo de "artistas como T-Pain") se identificará como un efecto de sonido en vez de una barra vocal. El algoritmo todavía no puede aprender de los comentarios de los usuarios, con lo que esto es una cosa que los desarrolladores deben abordar, mas el hecho de que estas barras se puedan separar es verdaderamente increíble.
El derecho a grabar
Desafortunadamente, la tecnología de Audioshake no está libre hoy día para el humilde productor de dormitorios. Ahora, los clientes del servicio de la compañía son en su mayor parte titulares de derechos como compañías discográficas o bien editoriales, y si bien eso puede ser desilusionante para cualquiera que desee machacar un tradicional de Abba ya antes de la próxima vivienda virtual del conjunto en la ciudad de Londres, la tecnología se está usando de formas verdaderamente interesantes. .
Una compañía de administración de canciones, Hipgnosis, que ve las canciones como ocasiones de inversión tanto como obras de arte, tiene los derechos de un enorme catálogo de canciones icónicas de artistas que van desde Fleetwood Mac hasta Shakira.
Tomemos los girasoles de Van Gogh. No solo vamos a sacar un girasol si no deseas.
Jessica Powell, cofundadora de Audioshake
Usando Audioshake, Hipgnosis crea temas para estas viejas canciones y después se las da a su conjunto de músicos "para intentar reimaginar estas canciones para el futuro y presentarlas a una nueva generación", como afirma Powell. esos ritmos a cargo de la persona conveniente que puede hacer cosas verdaderamente interesantes con ellos.
Tener los derechos de estas canciones hace que estas cosas resulten posibles, y abrir la tecnología al público podría ser un embrollo legal, con personas que utilizan y reproducen creaciones artísticas que no son suyas. No obstante, no es solo una cuestión legal; para Audioshake, asimismo se trata de moral, y Powell deja en claro que la tecnología debe marchar para los artistas, no contra ellos.
Ella afirma que la compañía “realmente deseaba cerciorarse de que respetásemos los deseos del artista. Si desean abrir sus canciones y hallar estas nuevas formas de monetizarlas, deseamos estar ahí para asistirles a hacerlo. Y si no están conformes con eso, no somos los que ayudaremos a alguien a romper su trabajo sin permiso.
"Tomemos los girasoles de Van Gogh", añade. “No solo sacaremos un girasol si no deseas.
El sonido del futuro
No obstante, los remixes de pop tradicionales son solo el inicio. Existen muchas aplicaciones potenciales para Audioshake que podrían abrirse en el futuro, y TikTok podría ser una de las más rentables.
Las posibilidades creadas al darles a los autores de TikTok la capacidad de trabajar con varillas para entremezclar pistas de una forma entretenida podrían ser una herramienta incalculable para una plataforma de redes sociales basada en clips de audio y vídeo cortos.
Asimismo es posible progresar la calidad del sonido de la música en vivo. En el momento en que un artista está transmitiendo en vivo uno de sus conciertos en una plataforma como Instagram, salvo que pueda utilizar una transmisión en vivo desde la mesa de sonido, el oyente va a escuchar un sinnúmero de estruendos y distorsión de la multitud.
“Mira algo en Instagram Live y ni tan siquiera te quedas; prácticamente prefieres ver el vídeo musical por el hecho de que el sonido es malo”, afirma Powell. Al utilizar Audioshake (y con un tanto de retraso), puede reducir el estruendos de la multitud, reducir los graves y destacar las voces para una experiencia de audio más clara.

(Crédito de la imagen: Shutterstock / Standret)
Mirando todavía más lejos, es posible usar la tecnología para generar música adaptativa, o sea, música que cambia en función de sus actividades.
“Es más futurista, mas imagina pasear por la calle escuchando a Drake”, afirma Powell. "Y después empiezas a correr y esta canción se transforma; prosigue siendo la canción de Drake, mas ahora es prácticamente como un género diferente, y eso procede de trabajar con las unas partes de la canción, como acrecentar la intensidad del ritmo del tambor mientras que haces ejercicio. "
Semeja que la música adaptativa está un tanto lejana, mas sabemos que el audio ya se puede manipular conforme el ambiente. Solo mire los auriculares con cancelación de estruendos acomodables como el Sony WH-1000XM4, que puede acrecentar el nivel de cancelación de estruendos al ingresar a ambientes estruendosos, y otros modelos de auriculares tienen peculiaridades afines que ajustan de manera automática el volumen de sus auriculares.su música conforme con su ambiente. La función Speak-to-Chat del XM4 es otro ejemplo, con los auriculares escuchando el sonido de su voz.
Las aplicaciones para operar auriculares podrían ir todavía más lejos. Puesto que se rumorea que los Apple AirPods tres tienen sensores biométricos que van a medir todo, desde su frecuencia respiratoria hasta la precisión con la que puede recrear una pose de yoga, la música adaptativa aun podría utilizarse para progresar sus adiestramientos cuando sus auriculares advierten una caída en el ahínco, y Rod Las tecnologías de minería como Audioshake podrían facilitar a los artistas la explotación comercial de su música de este modo.
Aunque no es muy probable que la música adaptativa llegue a nuestros oídos a lo largo de unos años, la idea de abrir canciones para hacerlas más interactivas y personalizarlas es tan apasionante como la próxima generación de músicos que aprovechan las canciones de los pasados para crear nuevas. sonidos. Esperemos cualquier día los músicos de cámara humildes asimismo puedan explotar estas canciones, como recoger flores de un jarro de Van Gogh.