La Casa Blanca espera que Rusia tome represalias contra las duras sanciones impuestas a la nación por su invasión de Ucrania por medio de ciberataques.

En una declaración oficial, el presidente Joe Biden afirmó que las agencias gubernativos tenían «inteligencia en evolución» de que el gobierno ruso estaba «explorando opciones para posibles ataques cibernéticos» contra USA.

“Es una parte del libro de jugadas de Rusia”, añadió el presidente Biden.

Aunque no detalló a qué organizaciones podrían apuntar los ciberatacantes rusos, el presidente afirmó que si sucediese, sucedería contra puntos finales de infraestructura crítica.

Bloqueo de puertas digitales

Si bien la administración de Biden “continuará usando todas y cada una de las herramientas para disuadir, interrumpir y, si es preciso, contestar a los ciberataques”, la carta solicita a todas las compañías del ámbito privado que “cierren sus puertas digitales” y contribuyan a este esmero.

«Si aún no lo ha hecho, insto a nuestros asociados del ámbito privado a fortalecer inmediatamente sus defensas cibernéticas a través de la implementación de las mejores prácticas que hemos desarrollado juntos a lo largo del año pasado», afirmó Biden.

“Usted tiene el poder, la capacidad y la responsabilidad de robustecer la seguridad cibernética y la resiliencia de los servicios y tecnologías críticos en los que confían los estadounidenses. Precisamos que todos hagan su parte para abordar una de las amenazas definitorias de nuestro tiempo: su vigilancia y emergencia hoy pueden prevenir o atenuar los ataques del mañana.

En contestación a la invasión rusa de su vecino occidental, Ucrania, el planeta occidental impuso fuertes sanciones al país. A lo largo del mes pasado, desde que empezó la invasión, a Rusia se le prohibió SWIFT, se suspendió el gaseoducto North Stream dos y la mayor parte de las marcas y empresas occidentales dejaron de hacer negocios en el país.

La moneda del país, el rublo, se cayó prácticamente un cuarenta%, mientras que que la bolsa tuvo que suspenderse a lo largo de prácticamente un mes. A la mayor parte de los magnates y oligarcas rusos se les han bloqueado o decomisado sus activos, incluido Roman Abramovich, del Chelsea, quien ha anunciado su pretensión de vender el club.

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