Imagine un fabricante con problemas de liquidez en Toledo, Ohio, que tiene una gran idea para un producto. Podría acudir a su banquero en busca de financiación, pero en su lugar está recurriendo a DeFi. En un santiamén, tokeniza un montón de cuentas por cobrar en una cadena de bloques y las deposita como garantía en una plataforma de préstamos descentralizada a cambio de monedas estables en dólares estadounidenses. Momentos después, cambia esos dólares por monedas estables en euros utilizando un intercambio descentralizado y se las envía a su proveedor francés para comprar inventario.